Hay una fuerte evidencia científica que respalda la importancia de practicar el contacto piel con piel inmediatamente después del parto. Se considera un momento único que brinda ventajas vitales y beneficuentos a corto y largo plazo para los bebés y las madres. El contacto piel con piel ha demostrado mejorar el desarrollo social y emocional y el vínculo. Otros beneficios del contacto piel con piel incluyen el alto impacto en la promoción de la lactancia y los comportamientos alimenticios saludables. Promueve el ajuste neurofisiológico a la vida postnatal. Los recién nacidos que recibieron contacto piel con piel lloran menos y las madres experimentan menos síntomas de depresión materna. Los recién nacidos experimentaron menos dolor en respuesta a las inyecciones intramusculares de vitamina K. Esta práctica tiene un gran valor y es un comportamiento natural e instintivo. Esta información es esencial para las mujeres embarazadas y sus familias, para que puedan tomar decisiones informadas a favor de la salud de sus bebés. La madre y el recién nacido tienen una necesidad fisiológica de permanecer juntos en el contacto piel con piel, inmediatamente después del parto y en los días y meses siguientes al nacimiento. El contacto piel con piel es el contacto del recién nacido desnudo con el abdomen o el pecho materno sin ninguna separación; es inmediato e ininterrumpido después del parto y debería ocurrir durante al menos sesenta minutos sin interrupciones. Es una práctica que ha demostrado ser de gran importancia para el ajuste neurofisiológico del recién nacido en la vida posnatal. Este contacto ayuda a estabilizar la temperatura del bebé y su sistema cardiorrespiratorio, lo que previene la hipotermia y promueve la colonización de bacterias beneficubridoras de la madre. Además, también tiene un impacto positivo en la salud psicosocial del bebé, ya que lo ayuda a desarrollar positivamente su percepción como agente activo en sus interacciones sociales y mejora su desarrollo cognitivo y emocional. Estudios a largo plazo han demostrado que los bebés prematuros que reciben PCP desde sus primeros días de vida muestran una respuesta de estrés reducida y mejores funciones autónomas. El Cotacto PCP también es beneficioso para las madres y los padres, ya que disminuye los síntomas de depresión y ansiedad en las madres y aumenta su confianza en el cuidado de su bebé. Además, promueve la producción de hormonas como la oxitocina y endorfinas, lo que ayuda a reducir la pérdida de sangre posparto y mejora la lactancia. Incluso en casos de cesáreas, el padre también puede proporcionar contacto PCP al bebé, lo que fortalece su relación y les brinda una mayor sensación de seguridad. La práctica del PCP también reduce los niveles de estrés en el bebé y los padres, lo que es especialmente importante en unidades de cuidado intensivo neonatal. En conclusión, el contactio piel con piel es una práctica que no solo ayuda a los recién nacidos a ajustarse a la vida fuera del útero, sino que también es esencial para su salud física y psicológica a largo plazo, así como para la salud emocional y bienestar de los padres. Fuente: del Carmen Gangotena, M. (2022). Literacy on Skin-to-Skin Contact.Currentl Challenges in Childbirth. doi: 10.5772/intechopen.104812